31 de mayo de 2008

"The Road Not Taken" - Robert Frost


Two roads diverged in a yellow wood,
And sorry I could not travel both
And be one traveler, long I stood
And looked down one as far as I could
To where it bent in the undergrowth;

Then took the other, as just as fair,
And having perhaps the better claim,
Because it was grassy and wanted wear;
Though as for that the passing there
Had worn them really about the same,

And both that morning equally lay
In leaves no step had trodden black.
Oh, I kept the first for another day!
Yet knowing how way leads on to way,
I doubted if I should ever come back.

I shall be telling this with a sigh
Somewhere ages and ages hence:
Two roads diverged in a wood, and I—
I took the one less traveled by,
And that has made all the difference.

27 de mayo de 2008

Conclusiones

Esta última semana estuve en Tandil, un viaje que fuera de lo que habitualmente suelen ser mis viajes, por suerte fue para ver que pasaba. Para dar una vuelta, relajarme y observar el panorama. Sin esos objetivos prefijados que siempre llenan mis itinerarios.

Este viaje fue por sobre todas las cosas una especie de vuelta al pasado, intentando llevar lo mejor posible una vida de estudiante de Ciencias Exactas de la UNICEN, esa vida que tuve durante todo el 2006. Un viaje en el que quería compartir con personas con las que compartí mucho y con las cuales de una forma u otra sigo compartiendo.

No pude hacer todas las cosas que quería, realmente no pude. Me hubiese encantado visitar muchas más casas de amigos y compañeros. Es más, para hacer todo es que quería hacer tendría que ser nuevamente un habitante de Tandil, cosa que no va a suceder en el futuro cercano.

No sé si el título es apropiado, porque no cerré muchas cosas. De hecho creo que cerré una sola, el hecho que no vivo más en Tandil. No sé porque, pero este viaje que eso lo cerró definitivamente adentro mío.

Vi, de todas formas, a mucha gente. La mayoría se alegró tanto como yo del reencuentro y por suerte no es que nos pusimos a hablar nostalgicamente de las cosas que pasamos juntos ni de lo que pudiésemos haber hecho si no hubiese dejado de estudiar en la localidad serrana. Eso me gustó un montón, me reanimó y me puso a pensar en el futuro. Es obvio de todas formas que hay gente me extraña, que me hablaba de que me nececitaban, de que no era lo mismo sin mí y que mi ausencia se notaba. Lo que significa que mis amigos me quieren y lo demostraron en este pequeño periplo, cosa que obviamente me hizo sentir muy, pero muy bien.

Por otro lado, observé actitudes que me sorprendieron. Gente de la cual algún concepto tenía a la distancia que se confirmo, y es más, se amplió para el lado que yo había previsto y que en general no era lo que me habían mostrado cuando los conocí. Estos personajes que me mostraron se fueron desdibujando a lo largo de los meses que me tocó transitar las calles empedradas, y hoy veo claramente que es lo que había detrás de esas máscaras. Algo que me hizo verlo finalmente es la actitud ante mi "vuelta" tanto Tandil como a la reina de las ciencias.

Como dije antes, no sé que puedo concluir, pero como para cerrar este post puedo decir que mis pasos por Tandil han sido excelentes, me divertí mucho y muchas han sido las amistades que he forjado y que sigo cultivando. Muchas cosas me han quedado pendientes, por lo que voy a tener que volver, y mientras antes mejor.

13 de mayo de 2008

Paz y Matemática

Es hermosa la sensación de paz interna. La real conciencia del deber cumplido. El enfrentarte un desafío más que obstáculo y salir airoso de él. El creer en una virtud y sentir que realmente estás en lo cierto. El sentimiento de ser invencible, que por una vez en tu vida todo lo que hiciste lo hiciste bien, sin importar de que ángulo sea visto y sin esperar el veredicto ajeno. El ver que aunque se estuvo en un momento de aprietos, se tuvo la suficiente capacidad como para sentirte aún más a gusto en el momento porque sabés que la llegada va a ser dulce. De que no importa cuanto hayas hecho en el pasado, lo único es lo que hagas en ese momento crucial y eso se exponga ante cualquiera.
Esperando el momento en que juzguen mi accionar, me siento lleno y relajado. Aquel utópico césped nevado, tal vez sea una simple distracción mental hasta que llegan momentos como este. Momentos que tal vez encubran otras grandes deficiencias pero que te dan razón para vivir, para seguir luchando aunque el camino sea duro.
Todo esto me lo dio un pequeño parcial de Geometría, única materia de la Licenciatura en Matemática que hoy por hoy estoy cursando. Me devolvió aquella auto confianza que yo creía perdida. Esa identidad, esa esencia mía que tantas veces me rescató de tantas cosas y que hoy vuelve para sacarme de esta llanura y me hace querer tener de vuelta aquellos viajes por todos los valles y picos de mi imaginación.
La matemática, compañera infalible de largas noches de insomnio donde no se busca más que poder sentir aquel chasquido interior que te dice que ya tenés la respuesta, sin importar cuál sea en particular y sin siquiera conocer los pormenores de se viaje, sino simplemente trazar la ruta para que si quiere algún otro la siga. Es más tratando que cualquiera pueda trazar una ruta si las condiciones geográficas son parecidas en base a unas pocas reglas trazadas por uno mismo, y mientras menos importe la geografía, tanto mejor, total esto es matemática.
Hoy por hoy la agronomía ocupa gran parte de mi vida, y para hacer honor a la verdad es una muy buena amiga. Pero no pasa de ahí. Es sólo una amiga, en cambio la matemática, la reina de las ciencias, es quién siempre me ofrece su hombro en los momentos de llanto y comparte mi alegría en los momentos de felicidad, porque la matemática es y será mi eterna novia.
Lo sé porque una vez me faltó, y la verdad que lo sufrí. Y así como se extrañan las cosas cuando no las tienes, más un se aferra a ellas en el momento del reencuentro. Por eso hoy cuando realmente la volví a encontrar es que me pongo como testigo de mí mismo de la declaración de unión eterna con ella.
Y así termina esta declaración de amor incondicional y eterno.

9 de mayo de 2008

Césped Nevado

Un papel tapiz en la pared en mosaico. Un fogón de ladrillos con grandes leños de cerezo y álamo en perfecta convinación. Rústicos muebles de dura madera tan antiguos como el lugar en donde se encuentran y con muchas más historias que las personas que día tras día dejan reposar sus objetos sobre sus tablones. Un viejo tablero de madera con piezas marcados por los años, con partidas sobre él que nunca llegarán a tener ni un ápice de los estilos y técnicas de los grandes maestros pero que a mis ojos novatos y poco entrenados tienen una belleza intrínseca en cada uno de sus movimientos. Leer un buen libro mientras estoy sentado en sillones de mimbre sintiendo el fuego en la frente, el dorso de las manos y las piernas. Levantar la vista y ver a través de la ventana una pequeña extensión de césped cubierta por esa misteriosa y mágica alfombra blanca que apacigua hasta los más enfurecidos ánimos cuando se está depositando.
Esa misteriosa influencia que la nieve ejerce en todos la veo magnificada en mí mismo, la sensación exultante sentirte a la vez una simple mota dentro de un extenso campo en el cuál la nieve se deposita de una forma muy lenta pero muy metódica y al mismo tiempo el presentimiento de ser poderoso frente a cada uno de eso copos, suaves y en forma fractal que me rodean y me apabullan. El caminar sobre superficies nunca pisadas si importar si es una vereda o simplemente un trozo de campo de coordenadas indefinidas. La perfección del manto inmutable sobre todo lo que la vista abarca. La inagotable sensación de seguridad que otorgan el fuego y el chocolate caliente y la ropa seca.

¿Dónde quedó esa predisposición a la felicidad?

¿Quién fue el que me la arrebató?
Esa respuesta es fácil, ni más ni menos que yo mismo. Pero no me la arrebaté, tengo el gusto amargo en la boca que me está diciendo que renuncié a el.

¿En qué momento caí sobre ese error?
Nunca lo sabré...

Pero, ¿ha sido realmente un error?
Espero con todo mi corazón que no. Espero que me hayan dado otras formas de la felicidad, que sin embargo ahora no estoy viendo.

Lo que más ansío es el hecho de poder ver la imagen de felicidad que ahora tengo a mi alrededor, que hoy por hoy tengo cegada por esta versión perdida para siempre. Ojalá que la actual la vea pronto, y que esta no me cegué la que se me presente mañana cuando definitivamente halla perdido la que hoy tengo si es que tengo alguna.

Introducción

Este blog fue creado para empezar de a poco a volcar mis impresiones hacia afuera pero particularmente hacia mí.

Cuando estaba eligiendo una entre las tantas plantillas que me ofrecía Google, la que ven me cautivó. La idea de tener una bitácora de viaje me ha atraído desde hace mucho, mucho tiempo, pero tenía varios problemas, a saber:

  1. Prácticamente nunca viajé sin tener los objetivos del viaje claros, todo en esos viajes estaba bastante programado, no había demasiado al azar excepto los breves períodos de socialización y el "éxito" o "fracaso" relativo de ese viaje;
  2. El hecho que mi redacción sea mala tampoco ayuda en demasía;
  3. Y por último, nunca me surgió la necesidad de escribir hasta que empecé a leer realmente, no sólo consumiendo productos editoriales sino también a incorporar a mi lectura habitual entradas de bloggers que simplemente se expresan.

Así que espero que me si me quieren acompañar que lo disfruten.