27 de mayo de 2008

Conclusiones

Esta última semana estuve en Tandil, un viaje que fuera de lo que habitualmente suelen ser mis viajes, por suerte fue para ver que pasaba. Para dar una vuelta, relajarme y observar el panorama. Sin esos objetivos prefijados que siempre llenan mis itinerarios.

Este viaje fue por sobre todas las cosas una especie de vuelta al pasado, intentando llevar lo mejor posible una vida de estudiante de Ciencias Exactas de la UNICEN, esa vida que tuve durante todo el 2006. Un viaje en el que quería compartir con personas con las que compartí mucho y con las cuales de una forma u otra sigo compartiendo.

No pude hacer todas las cosas que quería, realmente no pude. Me hubiese encantado visitar muchas más casas de amigos y compañeros. Es más, para hacer todo es que quería hacer tendría que ser nuevamente un habitante de Tandil, cosa que no va a suceder en el futuro cercano.

No sé si el título es apropiado, porque no cerré muchas cosas. De hecho creo que cerré una sola, el hecho que no vivo más en Tandil. No sé porque, pero este viaje que eso lo cerró definitivamente adentro mío.

Vi, de todas formas, a mucha gente. La mayoría se alegró tanto como yo del reencuentro y por suerte no es que nos pusimos a hablar nostalgicamente de las cosas que pasamos juntos ni de lo que pudiésemos haber hecho si no hubiese dejado de estudiar en la localidad serrana. Eso me gustó un montón, me reanimó y me puso a pensar en el futuro. Es obvio de todas formas que hay gente me extraña, que me hablaba de que me nececitaban, de que no era lo mismo sin mí y que mi ausencia se notaba. Lo que significa que mis amigos me quieren y lo demostraron en este pequeño periplo, cosa que obviamente me hizo sentir muy, pero muy bien.

Por otro lado, observé actitudes que me sorprendieron. Gente de la cual algún concepto tenía a la distancia que se confirmo, y es más, se amplió para el lado que yo había previsto y que en general no era lo que me habían mostrado cuando los conocí. Estos personajes que me mostraron se fueron desdibujando a lo largo de los meses que me tocó transitar las calles empedradas, y hoy veo claramente que es lo que había detrás de esas máscaras. Algo que me hizo verlo finalmente es la actitud ante mi "vuelta" tanto Tandil como a la reina de las ciencias.

Como dije antes, no sé que puedo concluir, pero como para cerrar este post puedo decir que mis pasos por Tandil han sido excelentes, me divertí mucho y muchas han sido las amistades que he forjado y que sigo cultivando. Muchas cosas me han quedado pendientes, por lo que voy a tener que volver, y mientras antes mejor.

1 comentario:

Mai dijo...

exijo actualización!!! :P