15 de octubre de 2008

Examen


Una caricia al corazón, y al ego tal vez. Los exámenes de matemática para mi son algo especial, no sé porque.

Teorías puedo elaborar muchas respecto a porque puede ser, pero creo que la que más se acerca a la realidad es la que, en resumidas cuentas, me dice que me hacen refrescan de vez en cuando de todo aquello de lo que soy capaz y que aquellas frustraciones, pequeñas la mayoría y otras no tanto, no son mi verdadero yo y no reflejan lo que soy en verdad.

Creo que es eso, creo que frente a esos exámenes en vez de ponerme nervioso frente al reto, me pongo como un chico que esta por jugar y que sabe que luego de jugar no va a tener que preocuparse de recoger los juguetes y llevarlos a la caja respectiva, y que encima lo van a felicitar y van a darle un dulce antes de dormir.

Hoy al momento de terminar de leer los enunciados, vi que aunque me llevaría tiempo, ese parcial ya estaba resuelto y que no había nada que me impidiera hacerlo de principio a fin.

Tengo una sensación muy parecida a la que tuve cuando escribí "Paz y Matemática", y como dije aquella vez, en esta no me importa si me ponen un 10 o un 4, lo único que me importa en este momento es que di lo que tenia que dar, ahora depende de otros, y yo quedo con la sensación de deber cumplido y feliz.

2 comentarios:

Mai dijo...

yo últimamente, veo el parcial y siento ganas de preguntar, ¿qué materia era esta?
no es joda

Mai dijo...

"ésta" con acento, se me pifió señor Hipólito